Cuando mis ojos se reflejaban en los tuyos, cuando volvimos a hablar después de casi dos semanas sin mirarnos. Fue cuando me dí cuenta de que no valía la pena no hablarte por lo que pasó porque es una tontería, y la vida sigue, y mietras siga quiero seguir estando contigo aunque solo sea de amigos. Aunque nuestras sonrisas y miradas, sigan siendo de amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario